domingo, 14 de noviembre de 2010

Elvis Presley. Una Leyenda Inmortal.

"Por haber surgido de circunstancias humildes y haber lanzado con su imponente voz y con su carismática presencia en los escenarios, lo que fue la revolución rockabilly, Elvis es, indiscutiblemente, el Rey del Rock and Roll". Así lo cita el Rock and Roll of Fame and Museum; y es que decir que ese pequeño y pobre, pero a la vez grande y rico, marcó un antes y un después en la historia de la música, es una obviedad indiscutible. 

El frenesí se apoderaba de una multitud de jovencitas cuando aquel micrófono comenzaba a vibrar; unos focos iluminaban ese golpe de cadera que, irremediablemente, se arrancaba de la mano de una guitarra country; sus pies se deslizaban por un escenario cubierto de estilo propio, estilo que ya muchos después imitarían, pero sin llegar a rozar su máximo esplendor.

Sólo un fuerte afán de superación sacó a relucir ese diamante que, enterrado en Misisipi, nadie antes había descubierto. Diamante que, a pesar de haber vendido mil millones de discos, nunca renegó de sus orígenes, siempre humilde y al mismo tiempo grande; como grandes fueron las declaraciones que de él hicieron otras estrellas. Ya Bob Dylan lo dijo: "Cuando oí la voz de Elvis por primera vez, supe que no iba a trabajar para nadie y que nadie me iba a dar órdenes. Oírlo por primera vez fue como escaparme de la cárcel". Si bien, ningún otro pudo expresarlo mejor que el mismísimo John Lennon: "Antes que Elvis no había nada".


Y es que es difícil llegar donde Elvis Presley llegó. Es difícil escalar por una montaña impregnada de piedras, pisar la cima y mantenerse arriba incluso después de morir.
Es joven y viejo; es delgado e hinchado; es negro y blanco; es country y soul; es sobrio y adicto; es espiritual y pecador. Es de Tupelo, donde nació, y de Graceland, donde murió. Es Elvis, una leyenda inmortal.

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